PIEZA DEL MES ARQUEOLOGÍA

La vasija de Acapetlahuacán

Núm. Catálogo: 15.1-00035

Núm. Inventario: 10-0047587

Síntesis
La vasija de Acapetlahuacán fue encontrada en la región de Atlixco, Puebla, y es uno de los ejemplos más representativos de la producción de imitaciones de la cerámica tipo Plumbate que se elaboraba en la época tolteca.

Durante el Posclásico temprano (900-1200 d. C.), la cerámica tipo Plumbate, elaborada en el Soconusco chiapaneco y guatemalteco, fue una de las predilectas de la cultura tolteca. Su superficie brillante y sus tonalidades rojizas, plomizas o grises cautivaron a los antiguos toltecas, quienes las poseyeron como objetos de lujo. Paulatinamente, la cerámica Plumbate se convirtió en una moda que llegó a diferentes entidades políticas de la época y las imitaciones comenzaron a manifestarse. La vasija de Acapetlahuacán es un ejemplo de ello.

La vasija de Acapetlahuacán imita los diseños de la loza Plumbate, que se caracteriza por la factura de una serie de vasijas efigie. En ambas creaciones se representan entidades zoomorfas o deidades antropomorfas y se decoran mediante la técnica del esgrafiado, tal como sucede con las garras de este jaguar. Sin embargo, es la pasta y la calidad de la superficie de la vasija lo que contrasta con las representaciones originales Plumbate. En efecto, la superficie de la vasija de Acapetlahuacán no pudo adquirir la superficie lustrosa y reflejante de la cerámica Plumbate por una razón: las arcillas de esta última tiene alto contenido de hierro, el cual genera la deseada superficie vitrificada al someterse a elevadas temperaturas de cocción.

Dr. Stephen Castillo Bernal
Curador-investigador, MNA

Mapa que ilustra algunos de los sitios más importantes del epiclásico (650-900 d.C.) y el Posclásico temprano (900-1200 d.C.) en el Altiplano Central; destaca Acapetlahuacán, cerca de la región de Atlixco, Puebla, lugar donde se recuperó la vasija imitación Plumbate.

Ilustración: Archivo Digital de las Colecciones del Museo Nacional de Antropología, inah-Canon, 2018.

La cerámica plomiza, conocida también como Plumbate, fue elaborada en la región del Soconusco chiapaneco y se convirtió en la loza más deseada por los antiguos toltecas.

Foto: Archivo Digital de las Colecciones del Museo Nacional de Antropología, inah-Canon, 2018.

La cerámica Plumbate incluye jarras y vasijas efigies tanto zoomorfas como antropomorfas. En este ejemplo observamos un asa que emula con gran realismo la cabeza de un guajolote.

Foto: Archivo Digital de las Colecciones del Museo Nacional de Antropología, inah-Canon, 2018.

LEsta vasija destaca a un personaje ataviado con anteojeras, penacho y plumas que representa al dios de la lluvia, Tláloc. Su acabado se logra con una pintura rojiza y una superficie muy pulida y lustrosa que marca la compleja especialización artesanal que los productores de este tipo de loza alcanzaron.

Foto: Archivo Digital de las Colecciones del Museo Nacional de Antropología, inah-Canon, 2018.