JUNIO 2025
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Número de Catálogo: (80)6.156g-5301
Número de Inventario: 165029
En diversas comunidades zapotecas y mixtecas de Oaxaca, la Danza de la Pluma se presenta como parte de las festividades patronales. En ella se representa la conquista de México, mediante el enfrentamiento de dos bandos, asemejándose a la danza de Moros y Cristianos. En este contexto, los mexicas se identifican como los moros y los españoles como los cristianos, siendo liderados por Moctezuma y Hernán Cortés, respectivamente.
Durante la danza, como expresión de una cultura de resistencia, los danzantes otorgan simbólicamente poder y dignidad a los “perdedores históricos”, exaltando su grandeza mediante la estética del movimiento, indumentaria y actuación. En la actualidad, la presencia del bando encabezado por Cortés, se ha reducido considerablemente o incluso ha desaparecido por completo en algunas representaciones.
El penacho, que da nombre a la danza, es llevado sobre la cabeza por los danzantes. Está elaborado con plumas de guajolote blanco, teñidas en colores intensos como verde, rojo y azul. En la parte frontal destaca un listón de color rosa mexicano, acompañado por siete espejos dispuestos de manera simétrica. El barbiquejo está confeccionado con una faja tradicional originaria de Santo Tomás Jalieza. Este tipo de penacho data del siglo XX, anterior a la década de 1980, y fue creado y utilizado en la comunidad mixteca de Cuilápam de Guerrero.
A pesar de los cambios económicos, sociales y religiosos, la Danza de la Pluma mantiene su carácter como expresión de la resistencia cultural indígena. Al mismo tiempo, ha incrementado la suntuosidad con la que se presenta durante las fiestas patronales y tiende a integrarse como un componente representativo de la cultura nacional.