NOVIEMBRE 2021
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En el Museo Nacional de Antropología contamos con una réplica de un adoratorio wixarika que se elaboró en 1964 por un grupo de wixaritari (huicholes) de la comunidad de Ocota de la Sierra en Mezquitic, Jalisco, liderado por don Pedro de Haro.
La réplica es bastante realista, el adoratorio como se presenta en el museo es un templo bien arreglado como lo podríamos ver durante un día de fiesta. Aunque hay que mencionar que estos pequeños templos, cuando no hay ceremonias, también se pueden usar como bodega para guardar todo tipo de cosas o como cuarto de visita.
En la Sierra Wixarika existen varios tipos de adoratorios xiriki. Tal vez el tipo más común son aquellos adoratorios encuentran en los ranchos. Dentro de la colección de la Sala Gran Nayar también se cuenta con una cocina wixarika y un granero, por lo que podemos suponer que la intención de los que elaboraron la réplica era hacer un xiriki de ranchería.
Estos adoratorios son el foco de la actividad ritual de grupos bilaterales de parentesco. ¿Qué significa esto? Dentro del xiriki se observa un sinnúmero de objetos, pero hay dos clases de objetos rituales especialmente importantes que se guardan en el interior de estos templos. Los primeros son los denominados +r+kate o personas flecha: pequeños cuarzos u otras piedras pequeñas envueltos en una tela y amarrados en una flecha. Estos objetos son personas iniciadas, gente que ha cumplido con la iniciación chamánica y, por eso, se ha manifestado en forma de piedra. Cuando se manifiesta una de estas personas-flecha, estas deben guardarse en un xiriki y, a partir de este momento, todos los descendientes, hijos, hijas, nietos, nietas, bisnietos, bisnietos y sus respectivos esposos o esposas forman un grupo xiriki y tienen la obligación de celebrar fiestas en el xiriki en cuestión.
Los mismos xirikite parentales también son los templos de las Madres Maíz. Todos los miembros del grupo xiriki guardan su maíz sagrado en el adoratorio. Lo tienen en forma de atados hechos de cinco mazorcas perfectas, idealmente una mazorca para cada una de las cinco variantes de maíz que se cultivan: azul, blanco, morado, amarillo y pinto.
En otras palabras, en el adoratorio la gente común está presente como mazorcas, y los iniciados como piedras. Es decir, los iniciados cuentan como ancestros deificados.
Dr. Johannes Neurath
Curador-investigador, MNA