Huipil de Tzo’ontajal

Tzo’ontajal, llamado también Amatenango del Valle, es un municipio de habla tzeltal localizado en el territorio de los pueblos mayas de los Altos de Chiapas, a 41 kilómetros de la ciudad de San Cristóbal de las Casas. El lugar es conocido por su trabajo artesanal alfarero, que es ejecutado por las mujeres, maestras en el modelado en barro de figuras como ollas, cántaros, tinajas, palomas y jaguares.

Debido a que la producción alfarera es la base de la economía local de Amatenango, las mujeres no dedican suficiente tiempo al trabajo textil, es por esta razón que para confeccionar sus huipiles prefieren comprar los lienzos en otros municipios. Hace algunos años los adquirían en Chanal, actualmente los compran en Comitán, pero si desean hilo de algodón muy fino lo piden a Venustiano Carranza, o incluso al vecino país de Guatemala.

Con el paso del tiempo, el huipil de Tzo’ontajal ha cambiado, no solo en su estructura sino también en su decoración: al principio eran blancos, después se agregó una franja ancha rectangular a los lados; posteriormente, las bandas se prefirieron en color rojo y se acomodaron alrededor del cuello cuadrado junto con dos franjas más en color amarillo y rojo. El bordado se realiza en puntada de “pasado hilvanado”, pero dada su extensión debe ser reforzada con un pespunte hecho a mano o con máquina de coser, de esta manera, los hilos quedan firmes y no existe la posibilidad de que se enreden o revienten.

A finales del siglo XX, las jóvenes prefirieron adoptar la blusa que portan las mujeres de Aguacatenango (otra población de los Altos de Chiapas), hecha de tela comercial, bordada con flores y holanes de encajes de blonda. Actualmente, el huipil tzo’ontajal de Amatenango se acostumbra solo entre las mujeres mayores, que son quienes lo usan ahora.

Mtra. María Eugenia Sánchez Santa Ana
Curadora–investigadora, MNA

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Huipil de Tzo’ontajal